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Aquí expongo otras fotografías tomadas por Harry Olds en Valparaíso de comienzos de 1900.
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ASCENSOR CERRO CORDILLERA
Si bien es uno de los más antiguos, nuestra tarea va más allá de hacer una historia de los ascensores. En
este ángulo del Cerro Cordillera, accediendo por la calle Serrano, apreciamos en toda su magnitud la famosa Escalera Cienffiegos
que tanto ha llamado la atención a cineastas como Joris Ivens, a poetas como Pablo Neruda, Sara Vial y visitantes lejanos
como Douglas Cochrane.
Lo interesante y misterioso, aquí no se encuentra en la imagen misma, sino que en el subsuelo que yace debajo
de ella, de la vereda y empedrada calle.
En el Vértice de esa escalera, desde la Quebrada de San Agustín hoy llamada Tomás Ramos hasta la Quebrada
de San Francisco hoy llamada Clave se encontraba la fortaleza colonial denominada Castillo de San José con un pequeño bastión
en la falda del cerro, conocido en ese entonces como fortaleza de La Planchada sector de Serrano entre la Escalera Cienfuegos
y la Plazuela de los Taxis.
A la izquierda, se alcanza a ver apenas un ángulo de lo que fue el Hotel Rolfs; hoy desmantelado y su mobiliario
disperso en un remate.
¿Sabrá el distraído porteño que transita por esas calles y escaleras que la Historia de la Ciudad está gritando
para que alguna autoridad escuche con la mente, el corazón y la chequera generosamente abierta?
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PLAZA DE LA VICTORIA
La vieja Plaza de Orrego, conocida desde 1839 despúes de La Victoria de Yungay como Plaza de La Victoria,
en esta imagen, vuelca su información a raudales:
El pavimento de las redondas piedras de río que había puesto el Gobernador Juan Melgarejo, las ha reemplazado
el Intendente Francisco Echaurren por adoquines de piedra canteada.
La tradicional iglesia del Espíritu Santo ya ha sido remodelada por el arquitecto don Fermín Vivaceta, quien
además de redecorar su interior con yesos y estucos, le hizo colocar un reloj a la torre y la reforzó con 8 columnas que hacían
esquina; igualmente le creó un atrio con cuatro pares de columnas que iban de dos en dos en cuatro basamentos, lo que le agregó
un aire de majestuosidad.
En la esquina donde construyera su palacio doña Teresa Edwards Mc Clure y su marido M.E. de Permesse, que
desde 1916 se transformara en Club Naval, aparece una modesta construcción de tejas que albergaba a un cuartel de Bomberos,
mientras un poco más al fondo sobresalen las columnas del Palacio de don Santiago Lyon.
Nótese la influencia inglesa en el orden del tránsito, donde ambos cocheros toman la izquierda.
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VERDULERO
La comodidad de ciertas dueñas de casa, en distintas pocas y con diferentes hábitos de consumo, ha privilegiado
ciertos oficios menores, sea el comerciante ambulante, que realmente deambula por la ciudad, o el que se estaciona en una
vereda donde todos reclamamos que entorpece la circulación peatonal, pero todo el mundo le compra.
Sin embargo, hay ciertas circunstancias, como lo es este caso, donde el "verdulero móvil", tenía la ventaja
del "casero" establecido en un local, pero que en muchos sectores no los había o quedaba distante y en muchas ocasiones el
Mercado significaba la incomodidad necesaria del venir cargado de bolsones y una carga no apropiada para señoras.
El "verdulero móvil" tenía la ventaja de traer siempre algo novedoso y apetitoso con que la dueña de casa
pudiera contentar a sus "regalones", porque en su hogareña sabiduría, sabía que una mesa grata y sin tensiones brinda la satisfacción
a un grupo familiar sereno donde se producirá un clima de distensión y serenidad frente a las reales dificultades de la vida
y los pequeños conflictos domésticos.
En este Valparaíso de fines del siglo pasado, el rol social del verdulero domiciliario cobraba una importancia
que hacia la vida más grata y "cómoda".
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CALLE CONDELL
Esta "moderna" calle Condell se ha comenzado a llamar así desde hace muy pocos años en homenaje al intrépido
Capitán de Navío Carlos Condell de la Haza, a quien el nombre de "Covadonga" lo une desde el tiempo que fuera guardiamarina
y que después supiera destacarse con ella en Iquique.
Unos pocos años antes de esta imagen, era conocida como calle San Juan de Dios, cuyos Padres tuvieron un
Hospital con ese nombre en estas inmediaciones.
Se puede percibir que la pobreza de las casonas coloniales ha ido quedando atrás, observándose, sin embargo,
a la izquierda en la esquina de Bellavista conocida antes como Yerbas Buenas una construcción que aún no ha incorporado el
zinc en las cubiertas de las techumbres, como sí lo ha hecho la "modernidad". Con el correr de los años en esta misma esquina
de tejas, la Fundación Federico Santa María construyó el edificio de rentas que aún se conserva.
La calidad de las construcciones muestra la presencia de arquitectos que hacen demostraciones de erudición
con la presencia de la corriente "historicista" con columnas griegas, molduras y otros elementos decorativos que el terremoto
de 1906 se hará cargo de todo ello.
La línea férrea del ferrocarril urbano conocido como "Carros de Sangre", en corto tiempo en 1903 será
reemplazado por el Tranvía Eléctrico.
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